Cuando el presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower visitó España en 1959, Perelada recibió el encargo de seleccionar un cava para el banquete de recepción, eligiendo una pequeña reserva propia. Del rotundo éxito de esa elección el Gran Claustro. Un cava elaborado de forma artesanal y criado en las bodegas del convento que se alza junto al Castillo Perelada, las mismas en las que los monjes carmelitas elaboraban vino ya hace más de seis siglos. Nacido en un momento y un lugar históricos, el Gran Claustro es hoy un cava de referencia internacional.