Cuando Salvador Dalí recibía invitados en su casa de Port Lligat, siempre les ofrecía una copa de cava Perelada. El Castillo de Perelada fue testigo durante años de la estrecha amistad que unió al genial Dalí y Miguel Mateu, fundador de nuestra bodega. Perelada, en colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí, ha creado un cava rosado en homenaje a esa relación.