Desde 1995 el Castillo Perelada ha hecho un importante esfuerzo por la protección de las cigüeñas de la mano de algunos de los ornitólogos más prestigiosos del país. En la actualidad, unas 30 parejas de estas aves anidan en los jardines. Estos vinos basados en variedades autóctonas, ligeros y amables, celebran el éxito de este programa de reintroducción.